Al fin...

Al fin recuperé mi blog, y como sabrán, por eso no había escrito, pero aquí estoy de nuevo...

Bueno, al fin aquí, les contaré un poco de mi vida, si, de mi trágica y fea vida podrida. Jaja, ya sé, sueno como una persona amargada, pero pues soy un ser consecuente, de hecho, estoy muy feliz.
Lo que vengo a contarles es algo sencillo, corto, ya que es de madrugada y tengo que ir a dormir, no porque quiera, si no porque es necesario para mi.
Siempre he sido una mujer de pocos amigos, la gente no aprecia a los que saben que roban, no sé por qué, pero hay unos cuantos que andan por ahí que de verdad me estiman, y por supuesto, yo también los estimo...bueno, hoy sólo vengo a divagar, pero eso es primordial en mi.
Les decía que venía a contarles algo, pero seamos realistas, qué les puedo contar yo, si mi vida no es interesante, bueno si lo es, porque es una tragedía bien hecha: circo, maroma y teatro.
Como verán es de madrugada y quiero otro cigarrillo, y...ah, ya sé que contarles: temgo varicela...mmm, eso qué, no es importante, de seguro a nueve o diez de cada diez ya les dio. Oh, soy patética.
Me gustaría aprender a tocar bien un istrumento musical, me gustaría tener una carrera universitaria, salir los viernes por la noche a tomar unas copas con amigos, me gustaría ir a vacacionar, salir por las tardes a comprar algo, pero no, no soy normal, nunca lo seré, porque esas cosas no me gustan, ni siquiera me interesan, si las hago, pero me resultan aburridas, yo no puedo trabajar, no puedo estudiar, estoy a punto de declararme incompetente, disfuncional, y que me encierren otra vez, pero tengo miedo, ese lugar es horrible...no sé que haré, por ahora iré a dormir.